martes, octubre 30

Manuel Vázquez Montalbán

A quien nos leyere:

Hasta el momento Gastromimix era un blog que surgía de las inquietudes de dos cocineros desde Barcelona.  La marcha a Las Américas de Daniel, el olisqueador de ucronías culinarias, provoca un cambio de rumbo que a todas luces enriquecerá esta bitácora.  En adelante algunos textos adquieren el formato de carta.  Así pues, no sólo compartiremos nuestras inquietudes gastronómicas, hallazgos, libros y palabrería, en adelante, quien nos leyere será testigo también de nuestra correspondencia.

Estimado amigo Daniel Guerrero Clúa, alias Pantxeta:

Iniciamos con la presente carta una nueva etapa en Gastromimix, cerramos un ciclo y abrimos otro. Creo que ha sido una buena idea eso de mantener correspondencia a través del blog.  Intercambiar cosillas gustosas on line.  Barcelona-Bogotá y Bogotá-Barcelona.

Voy a contarle algunas cosillas de Montalbán, el creador de ese detective carnavalesco y mordaz llamado Pepe Carvalho que tanto le gusta a usted.  No quisiera yo que de nuevo el Sr. Pisa nos llamara al orden por no acordarnos en estas fechas de tan lamentable pérdida.  Voy a tener que hacerme con una agenda para ir recopilando efemérides y obituarios de imporancia, que uno ya tiene una edad y las neuronas en retroceso, pero bueno a lo que ibamos:


Parafraseando a Don Manuel yo diría que perteneció a la Santa Compaña de los lúcidos, esa legión fantasmagórica en la que nadie cree, pero que todo el mundo reprime, aunque sea mediante la conspiración el silencio.

“La cocina es saber inocente, magia inmediata y comunicación”

Excelente y prolífico escritor, intelectual, incisivo periodista y reconocido gastrónomo.  Sobre su obra se ha escrito mucho y sobre él también así que tan solo unas líneas en su memoria y para nuestra memoria.

Desde mi punto de vista, y esto es una opinión personal, MVM es un crítico diferente, más cercano al público que al restaurador.  Una persona con una curiosidad gastronómica inteligente, culta, nada snob y con un agudo sentido del humor. Para él la gastronomía no era una mercancía informativa de la que apropiarse, era historia, cultura, savoir faire. Fue un declarado defensor de la cocina autóctona, albergó sus dudas con la tendencia a consagrar el paradigma de la nueva cocina de autor, pero comió y bebió de la evolución que se llevaba a cabo entre fogones durante sus últimos años. Tan solo lamentó en no pocas ocasiones lo difícil que era encontrar esa cocina auténtica en nuestros restaurantes, como si de un destierro se tratase. Y como consecuencia de esa moda "cocineril" le fastidiaba que se hubiesen puesto a escribir y a opinar sobre gastronomía hasta los desganados y los abstemios (Prólogo de Cocina Gallega. Xavier Costa, Barcelona, 1991).  Algunas de sus declaraciones fueron objeto de descalificaciones o rapapolvos como decía él, nunca sabías bien de dónde venían ni de quién eran exactamente porque en este país es muy difícil saber qué o quién no es institución, real o metafísica (Prólogo de Comer en el Pais Valencià. Antonio Vergara, Madrid, 1981).

Demos un paseo por su bibliografía gastronómica:

L'art del menjar a Catalunya
Este es un excelente libro publicado en 1977, publicado también castellano dos años más tarde con el título de "La cocina catalana: el arte de comer en Cataluña". Con fotografías de Jordi Gumí y un exquisito prólogo del también desaparecido Nèstor Luján. Su segundo título, "Crónica de la resistencia de las señas de identidad gastronómica catalana" describe bien el contenido. La fotografía no es de la portada pero encuentro que bien representa una de esas ricas aportaciones a la diversidad del gusto.

Recetas inmorales, 1981, Oh Sauce.
Las Cocinas de España: Cataluña; Extremadura; Galicia; Valencia, 1980, Sedmay.
Mis almuerzos con gente inquietante, 1984, Planeta.
Contra los gourmets,1985, Difusora Internacional.
Tiempo para la mesa, 1986, Difusora Internacional.
Las recetas de Carvalho, 1989, Planeta.

Un libro que descubrí gracias a Ramón J. Soria un día que en su blog nos hablaba de la resurrección de esa momia repugnante entre otras cosas es "Reflexiones de Robinsónante un bacalao" (1995, incluído en La gula y publicado por Lumen).  Ando detrás de conseguir uno pero todavía no ha sido posible.


Les meves receptes de cuina catalana, 1995
Este curioso y pequeño librito que en su día ya comentamos usted y yo es un recetario básico de los platillos más corrientes de la cocina catalana, recetas que ya fueron publicadas en su día dentro del volúmen "L'art de menjar a Catalunya" en 1977

Y aquí tenemos la serie de su admirado Pepe Carvalho:



Saber o no saber, 2002, Ediciones B.
La cocina de autor en España, 2002, Ediciones B.
La cocina del Mediterráneo y la mediterraneidad, 2003, Ediciones B.
Beber o no beber, 2003, Ediciones B.
Guía de restaurantes obligatorios, 2003, Ediciones B. 
La cocina de la harina y el cordero, 2003, Ediciones B.
La cocina del mestizaje, 2003, Ediciones B.
La cocina de los finisterres, 2003, Ediciones B. 
Diccionario indispensable para la supervivencia, 2003, Ediciones B. 
El otro recetario, 2003, Ediciones B.


La desgracia de España, en todos sus niveles, ha sido la mezquina, palurda y prepotente burguesía que la ha dirigido o ha tratado de dirigirla”

Pues nada, espero señor mío que este pequeño relato hay sido de su agrado así como también esperamos sus arcabuzazos desde Bogotá.

Su amigo Xesco





4 comentarios:

  1. Oiga, OOiiiigaaaaaaaaaa, OOOIIIGAAAAAA!!!!!!

    ¿Qué es eso de definir a la santa Compaña como "legión fantamagórica en la que nadie cree"? La Santa Compaña, o estadea, es cosa bien seria de la que no conviene burlarse ni un tanto así. Corre usté el riesgo de no volver a pegar ojo en lo que le quede de vida. Ah, antes de que se me olvide: tb tendrá usted que venir en peregrinación a Santo André de Teixido, porque "vai de morto o que non foi de vivo", y lo más jodido es que la peregrinación "de morto" se hace en foma de alimaña (sabandija, coleóptero o similar), y desde Ca l'esteve la excursión se le debe hacer un poco larga a una cucaracha.

    Pordió, a quién se le ocurre bromear con esas cosas en vísperas del 1 de noviembre....

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    1. Amigo mío:
      Acabaramos! Ahora resulta que la Santa Compaña de los lúcidos se ha vuelto intocable, venerable y respetable.
      Que no hombre, que no, a mi me la traen al pairo, la Santa, la Compaña, los lúcidos, la reina del karaoke y la madre que los parió.
      Si hay que ir se va. Y puestos a ir de coleóptero, me pido de lampírido, para que se me vea bien.
      Aquí no se bromea Señoría, que este es un blog mu serio pordió.

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  2. En casa de mis padres se halla un primera edición de las recetas de Carvalho y ese libro hasta a mi me pone palote. Uno se siente parcialmente aludido por lo de los abstémios que osan escribir sobre cocina pero como tengo ganas por doble (y así me luce el costillar) no cejo en mi empeño.

    Bonita carta y gran idea la epistolación del blog :)

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  3. Magnífico artículo y oportuno recordatorio, para los desmemoriados. Tengo mil cosas que compartir. Pero solo haré dos: Una, la colección de Ediciones B está firmada por MVM, pero creo que es una mala pasada de la redacción de la editorial. Deberían haber cuidado muchísimo más lo que se escribía para que no aparecieran tal sarta de errores. Otra, la frase final de su post, que a MVM le gustaba decir, y que entraba al trapo cuando le entrevistaban, está bien para los años 60/70, en la BCN, la “ciudad pluridimensional” de aquellos años. No sé si ahora no diría algo así de los cocineros mezquinos, palurdos y prepotentes dirigentes de la cocina actual. Hay que volver la mirada hacia su obra de 1990: “Contra los gourmets : a propósito de las diferentes teologías de la alimentación”, sin tiquismiquis, yendo al fondo de la cuestión. Y mucho Pepe Carvalho. Sobran heresiarcas en la cocina. Me contamino de su lenguaje. Yo también he ido a Casa Leopoldo “de parte de Pepe Carvalho”.
    La última vez que le vi compartí vecindad de mesa. Comía olivas negras y hablaba mucho con una señora muy conocida e intelectual. Estaba delgado. El restaurante era el del señor Juan, Chicoa histórico, regentado por su hijo. Me imagino que tomó bacallà amb samfaina. No sé si luego pasaría al Ideal Club del marinero J-M Gotarda. No curioseé nada. Ir de rones o de martinis, para él era un gozoso Via Crucis.

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